sábado, 27 de noviembre de 2010

Modalidades del Flujo Sanguíneo

El flujo sanguíeno puede ser laminar o turbulento.
El flujo laminar es la modalidad normal de desplazamiento de la sangre en el sistema vascular. Se caracteriza por la existencia de capas concéntricas muy delgadas de sangre, las cuales se desplazan en la dirección del flujo, con velocidades diferentes: máxima en el centro del vaso y mínima en las zonas periféricas, cerda de la pared. La adhesión de la sangre a la pared vascular hace que la velocidad de la sangre sea muy baja en la periferia del vaso. El deslizamiento de las capas concéntricas de sangre, unas sobre otras hace que la velocidad del flujo aumente de manera progresiva hacia el centro del vaso. El resultado de ello es que el flujo laminar dentro de un vaso sanguíneo muestra un perfil parabólico.

El flujo turbulento se caracteriza por fluctuaciones de la velocidad del flujo, dentro de las capas concéntricas del fluido. La sangre se desplaza en todas direcciones y forma corrientes de remolino. En la modalidad turbulenta, la resistencia al flujo aumenta debido al incremento de la fricción entre las capas de sangre y a la colisión de estas capas con la pared vascular.

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